Hechos
¿Qué pasó? ¿Cuál es el origen de la controversia por el hotel Mayaland entre Barbachano e Inmobiliaria R4? A continuación se detalla el resultado de nuestra investigación, buscando dilucidar qué fue en realidad lo que inició esta controversia.
A continuación se presenta una cronología de los hechos que llevaron a la disputa en torno al hotel Mayaland en Chichén Itzá:
- ✓ 7 de agosto de 2020. Fernando Barbachano, representante legal de la empresa Mayaland, firmó un contrato de “promesa de compraventa y cesión de derechos” con la Inmobiliaria R4 respecto de los hoteles Mayaland y The Lodge, los cuales se ubican en los tablajes 3241, 3242 y 7836 del municipio de Tinum, a 400 metros de la pirámide de Chichén Itzá, Yucatán.
- ➢ El contrato implicaba un pago inicial y varios pagos sucesivos, hasta completar el total de la cantidad acordada entre Barbachano y la inmobiliaria R4.
- ✓ 7 de agosto de 2020. El mismo día que se firma el contrato, la inmobiliaria R4 entregó a Barbachano el primer pago por 10 millones de pesos.
- ✓ 27 de agosto de 2020. La Inmobiliaria R4 entregó a Barbachano el segundo pago por 3 millones de dólares.
- ✓ 2 de septiembre de 2020. La Inmobiliaria R4 entregó a Barbachano el tercer pago por 1.5 millones de dólares.
- ✓ 27 de octubre de 2020. Según lo acordado en el contrato y tras haber recibido los 3 pagos anteriores, Barbachano (por medio de su apoderado legal) entregó la posesión del hotel Mayaland y todos sus bienes a la Inmobiliaria R4.
- ➢ A partir de este momento, Inmobiliaria R4 tuvo el control físico de los hoteles Mayaland y The Lodge (tras haber realizado 3 pagos) y, según el contrato, adquiriría la propiedad del hotel en escrituras ante notario una vez que se realizara el último pago.
- ✓ 30 de octubre de 2020. Barbachano y un grupo de personas armadas con palos y piedras se presentaron en los hoteles y de forma violenta desalojaron al personal que se encontraba ahí, afectando la posesión que el contrato firmado por el propio Barbachano daba a Inmobiliaria R4.
- ✓ Desde entonces y hasta la fecha, Inmobiliaria R4 ha intentado hacer el último pago para poder finalizar la compra-venta del hotel. Sin embargo, Barbachano ha cortado comunicación desde octubre de 2020, negándose a recibir el pago que ya se encuentra depositado en un juzgado y buscando quedarse con el hotel y con el dinero de los pagos previos. Todo esto ha dado pie a diversas controversias legales entre Barbachano e Inmobiliaria R4.
El día clave
Según explica un abogado que conoce el caso, el tema es muy claro: el 27 de octubre de 2020, Inmobiliaria R4 debía realizar un pago a Fernando Barbachano Herrero. Como lo establecía en el contrato, el vendedor debía informar al comprador a qué cuenta depositar el monto. Barbachano Herrero no lo hizo —bastaba un mensaje de texto, un oficio, un correo electrónico…—.
Barbachano Herrero no participa en esta transacción como persona física, sino que igual lo hace como representante del Hotel Mayaland y de dos de sus hijos. En esa ”pluralidad” —según el concepto legal usado por el abogado— radicaba el formalismo de informar por escrito dónde se depositaría el pago.
¿Y por qué no hacerlo en la cuenta del pago anterior? Porque esa misma acción podría haber sido excusa para Barbachano para hacer lo que finalmente hizo.
Como representante de R4, Rosas Moya acudió, acompañado por un notario, al domicilio de Barbachano Herrero, en Cancún, Quintana Roo. Ahí, personal de seguridad sostuvo que Barbachano había dado órdenes de no dejar pasar a nadie ni de recibir nada. Se levantó acta notarial que dio fe de esa situación. El pago que Barbachano no quiso recibir está depositado en un juzgado.
Esa falta de pago —que según consta fue propiciada por Barbachano Herrero— fue la excusa para, primero, querer rescindir el contrato y quedarse con lo ya recibido, y, segundo, querer exigir el pago completo. No hay buena fe, señala el abogado. ¿Qué pasa cuando alguien no te paga? Antes de cobrar el pagaré, lo requieres. ”Aquí nunca sucedió esto”.
Otro asunto que igual muestra el desaseo de este proceso es cuando Barbachano Herrero intenta desalojar el Hotel Mayaland, el 30 de octubre, cuando ya incluso había firmado un acta de entrega a Inmobiliaria R4. Eso, puntualiza el abogado, se llama ”hacerse justicia por su propia mano”, prohibida en México, tal y como lo establece el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
El contrato
Para la elaboración de esta investigación se revisaron diversas fuentes, incluido el contrato firmado entre Fernando Barbachano e Inmobiliaria R4, datos catastrales y de valuación, y se consultó a expertos en el ramo inmobiliario. Todo apuntaba en una dirección: el contrato de promesa de venta firmado el 7 de agosto de 2020 era un gran negocio para las dos partes. Para la Inmobiliaria R4 representaba la oportunidad de adquirir dos hoteles en una zona turística excepcional y para Fernando Barbachano era la oportunidad de hacerse de una enorme suma de dinero (gran parte en dólares) durante un periodo de contracción económica mundial por la pandemia de COVID.
Una de las condiciones del cumplimiento del contrato era que la parte vendedora (Barbachano Herrero) tenía que regularizar los lotes en los que se encuentra el hotel, realizando las gestiones necesarias tanto ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia y las autoridades catastrales. Según se pudo constatar con fuentes del INAH, en el momento en el que Barbachano quiso por dar rescindido el contrato —poco tiempo antes del pago final— no se habían ni siquiera realizado las solicitudes para cumplir con los permisos que suelen demorar años.
A continuación se presenta una infografía con los aspectos principales del contrato firmado para la compra-venta del hotel Mayaland.

¿Qué cambió entonces?¿Cómo llegamos al conflicto actual? Fernando Barbachano ha declarado que al inicio de la pandemia de COVID —en 2019— él pensó que la pandemia global iba a durar por lo menos 7 años. Siendo el turismo uno de los sectores más afectados ante el confinamiento y el congelamiento de los viajes alrededor del mundo, esto habría llevado a Barbachano a tomar la decisión de vender los hoteles Mayaland y The Lodge, en Chichén Itzá.
Tal fue el caso, que Barbachano personalmente firmó el contrato de promesa de venta con la inmobiliaria R4, recibió los 3 primeros pagos por un total de 10 millones de pesos y 4.5 millones de dólares, y entregó la posesión y operación física de los hoteles Mayaland y The Lodge a la Inmobiliaria R4. Quedaba únicamente un pago pendiente, el cual al realizarse generaría la firma de las escrituras dando la propiedad plena del hotel a la Inmobiliaria R4.
Sin embargo, como todos recordamos, durante los meses finales de 2020 —cuando Barbachano entregó la posesión de Mayaland a la Inmobiliaria R4— la vida poco a poco empezó a retomar la normalidad luego de la pandemia por COVID-19. Y fue en este momento que el relajamiento del confinamiento, la reactivación de la economía y el regreso del turismo a todo el mundo habrían hecho que Barbachano cambiara de opinión sobre la venta de los hoteles Mayaland y The Lodge en Chichén Itzá.
Según la investigación realizada por este equipo periodístico, esto habría llevado a Barbachano a decidir no recibir el pago pendiente del contrato firmado con Inmobiliaria R4 para de esta forma poder argumentar que fue la Inmobiliaria R4 la que violó el contrato —al no pagar en la fecha acordada— y poder alegar que este fue incumplido y que, por tanto, la venta del hotel no se podría realizar.